El joven

jueves, 13 de mayo de 2010

Etiquetas:  

- Eh tú!
Parece que alguien me ha hablado, me giro pero no veo a nadie. Será mi imaginación, tanto tiempo sólo no puede ser bueno.
- Eh tú! ¿estás sordo?
Me vuelvo a girar y veo que de detrás de unos arbustos sale alguien con la cara cubierta con un pañuelo negro, me apunta con una escopeta.
Levanto las manos y saludo.

- Hola,
- ¿Vas solo?
- Eso parece, ¿te importaría no apuntarme con el arma? No soy un zombi, los zombis no hablan.
- Eso ya lo se, pero hay cosas peores que los zombis.

¿Ha dicho cosas peores que los zombis? No se a que se referirá, igual a los que me encerraron en aquel cuartucho.

- ¿Que haces por aquí? - me pregunta
- Pues nada, dar una vuelta, que ha salido un buen día - no te jode.
- Te lo estoy preguntando en serio - y hace un gesto como si me apuntara aun mas con el arma.
- Pues nada, huir de la ciudad y buscarme la vida, como tú supongo.
- Bueno, no pareces mala gente, de todas maneras hay que asegurarse, ves delante mío, te iré guiando.

No creo que me quede otra opción que hacerle caso, así que sigo sus instrucciones. Me va indicando el camino, ahora gira  la derecha, sigue recto, etc...Me da la impresión que me está dando muchas vueltas, pero tampoco lo puedo asegurar, no se donde estoy. A pesar de que no me para de apuntar con el arma no me da la impresión de que me vaya a hacer daño, así que estoy tranquilo.
Creo que es un chico de unos quince años, por la voz y porque está un poco delgado para ser un adulto, aunque da la impresión de que controla la situación como un hombre hecho y derecho.
Caminamos durante mas de una hora.

- Ya casi hemos llegado - Me dice.

¿Llegado? ¿Dónde?

0 comentarios: