El viejo

miércoles, 9 de junio de 2010

- Bueno, ya hemos llegado - y lanza un sonoro silbido.

Estamos al lado de una montaña que tiene un gran precipicio de roca de pared lisa que asciende hasta unos 50 o  60 metros. La montaña queda a mi izquierda, en el resto de direcciones sólo se ven árboles de tamaño medio y poco mas.

De repente noto que algo se mueve a mi izquierda, en la pared de roca. Es una cuerda, miro hacia arriba y veo como la cuerda desaparece a mitad de pared.

- Sube - Me espeta el joven.

Yo, sin mediar palabra, empiezo a ascender apoyando los pies contra la pared para ir subiendo con la ayuda de los brazos. Cuando estoy casi al final de la cuerda veo que alguien me tiende una mano. Lo que parecía una pared lisa de roca esconde un entrante en una grieta.

- Cógeme la mano chaval! - Es una voz de un hombre mayor, algo cascada, como de carajillero.

Cojo la mano y acabo de subir, es una mano grande y fuerte, de alguien del campo.

- Hola chaval, me alegra ver una cara nueva, ¿Como te ha tratado Ariel?

¿Ariel?  Será el muchacho del arma.

- Pues regular, no se, no me ha dejado de apuntarme con el arma desde que me ha visto. ¿Tan mala pinta tengo?
- Jaja ¡que va, muchacho! - Lo que pasa es que es muy desconfiada

¿Desconfiada, es una mujer? Me giro y acaba de subir, retira el pañuelo de su cara y aparece el rostro de una joven de unos 25 años, quizá menos.

- Hola Ariel, ¿Que nos has traído hoy? - pregunta el viejo.
- Ya ves, un superviviente, o al menos eso dice.
- No le hagas mucho caso - dice el hombre - es muy desconfiada, sufrió mucho después de la plaga, y luego cuando ...
- ¡Bartolomé! No hace falta que vayas contando mi vida al primer desconocido que te encuentres por ahí.
- Vale, vale, tienes razón. Bueno, tu ya sabes nuestros nombres, pero ¿Cuál es el tuyo?
- Ahora me llamo Anisakis.
- Extraño nombre muchacho, extraño nombre. Bueno mas vale que nos pongamos en marcha. Pronto se hará de noche y es mejor estar en el Santuario. ¡Vamos!

 Desde luego desde que abandoné la ciudad no paran de pasarme cosas extrañas, por lo menos ahora no estoy solo y el viejo tiene pinta de bonachón, pero ¿que será eso del Santuario? ¿Y donde estará Rina?

1 comentarios:

Kepler dijo...

Se pone interesante la cosa. Ya veremos cómo le va a Anisakis...